Para muchos una cubierta ajardinada es un sueño difícil de conseguir.
Para otros, supone una inversión a medio y largo plazo que hará de su construcción algo espectacular. Y para la mayoría, es algo desconocido.
Desde hace cientos de años, las cubiertas ajardinadas han sido instaladas en distintos tipos de edificaciones con el fin de conseguir espacios verdes dentro de las urbes en su mayoría.
El manto vegetal en las azoteas es una estupenda solución para minimizar la actual contaminación ambiental a la que estamos expuestos en las ciudades y además aporta otros muchos beneficios.
Si te gustaría tener una cubierta ajardinada en tu propia casa, en tu negocio o que se instalara en la comunidad en la que vives, en este artículo te indicaremos la información más importante que debes saber sobre los espacios verdes en los tejados.
Índice
Qué es una cubierta ajardinada.
Una cubierta ajardinada en una zona verde que se instala sobre una cubierta, tejado o azotea.
Esto significa que se mezclan espacios verdes en zonas constructivas en las que los materiales inertes han sido los predominantes hasta ese momento.
La fusión entre los materiales de construcción y la materia orgánica produce ya no solo un diseño ideal para cualquier edificio o vivienda, sino que aporta grandes ventajas.
Y es que tener una pequeña huerta o un jardín en la zona más elevada de tu construcción puede ser una opción mucho más sencilla de lo que parece.
Ahora bien, actualmente en España no hay una legislación vigente que apoye y ayude a desarrollar las también llamadas cubiertas ecológicas, por lo que es una acción que tendrá que realizar de manera independiente la comunidad de tu edificio o tú mismo si eres el propietario de la construcción.
Es cierto que en los últimos 20 años se han extendido algo más, pero todavía siguen siendo soluciones constructivas bastante desconocidas, por lo que creemos que es necesario desarrollar íntegramente este tema para que conozcas todas las posibilidades.
Tipos de cubiertas verdes.
Dentro de este mundo, existen distintos tipos de cubiertas ajardinadas o verdes que se podrán instalar según las necesidades de construcción.
Como es lógico, en una cubierta inclinada no se deberían colocar árboles o elementos orgánicos de gran tamaño y peso.
Ahora bien, en la actualidad contamos con distintas posibilidades que harán de tu azotea un lugar único y orgánico.
En este caso, destacaremos tres tipos:
Cubiertas intensivas.
Se puede decir que las cubiertas intensivas son aquellas que cuentan con una instalación de gran profundidad que permite no solo crear casi cualquier tipo de jardín, poner césped, plantas o arbustos, sino que son capaces de ofrecer un medio seguro para plantar árboles.
Se hace sobre cubiertas planas y teniendo en cuenta siempre las características constructivas para garantizar que admiten la carga instalada.
Las cubiertas intensivas suelen aplicarse en edificios con azoteas de grandes dimensiones como pueden ser los hoteles.
Esta tipología requiere un mayor gasto de instalación y mantenimiento debido a la amplia superficie de zona verde y a la vegetación que puede contener.
Aparte de los objetivos ecológicos, la idea es generar espacios verdes y poder disfrutarlos, por lo que son perfectas como ambientación para todo tipo de público.
Cubiertas extensivas.
Las cubiertas extensivas son las que se suelen instalar teniendo por objetivo proteger la superficie y agregar un medio ecológico y sostenible pero sin necesidad de gestionar un gran mantenimiento.
A diferencia de las intensivas, no necesitan un espesor tan grande debido a que su peso es muy inferior.
Las cubiertas extensivas se caracterizan por contener césped y pequeñas plantas y flores.
Suponen un gran complemento de diseño y se pueden combinar con otros elementos como las piedras decorativas.
Es una gran solución para viviendas unifamiliares y pequeñas edificaciones comunitarias.
Su coste también es inferior a la de las extensivas.
Cubiertas inclinadas.
Las cubiertas verdes inclinadas son aquellas que, tal y como su propio nombre indica, están instaladas en tejados o cubiertas inclinadas.
Para que formen parte de este grupo, debe haber al menos 10° de inclinación pero no superar los 35° para conseguir un espacio ajardinado seguro.
La solución que se le da a este tipo es extensivo, porque no debe soportar demasiado peso, por lo que se aplicará en su mayoría césped o pequeñas plantas.
En todo caso, se hará uso de materia vegetal que necesite poco mantenimiento debido a la dificultad de acceso a la zona.
Las cubiertas ajardinadas inclinadas se suelen caracterizar por manto a lo largo del tejado y su diseño es mágico.
Cubiertas semi-intensivas.
Las cubiertas semi-intensivas son aquellas que se acercan más a la idea de jardín.
Necesitan mayor espesor que las extensivas. En este caso, entre 18 y 40 centímetros aproximadamente.
Requieren cierto mantenimiento y en ellas se puede instalar césped, plantas, arbustos y otro tipo de plantas.
La tipología de estas cubiertas está enfocada a espacios recreativos o lúdicos, al igual que las intensivas.
Beneficios cubiertas ajardinadas.
Te sorprenderá saber la cantidad de beneficios que tienen las cubiertas ajardinadas.
Al margen de su indudable aportación estética, instalar este tipo de tejados verdes es mucho más funcional de lo que se piensa a primera vista.
Las ventajas más destacadas son:
Control térmico.
Cubrir total o parcialmente nuestra cubierta o tejado creará una capa funcional que contribuirá al control térmico de la construcción.
Esto sucede porque actúa como barrera.
Sabemos que las cubiertas son unas de las zonas que más sufren los agentes meteorológicos, pero gracias al manto vegetal, en verano no entrará tanto calor y en invierno no se filtrará tanto frío al interior.
Por tanto, es una gran ventaja respecto al control térmico.
Su instalación es muy funcional.
Gran diseño.
Es indiscutible que la estética de una cubierta verde resulta mucho más atractiva que las que simplemente tienen materiales constructivos sin añadir un gran diseño.
De hecho, y aunque no es el beneficio más importante, sí es uno de los que primero se ven a simple vista.
Ver un pequeño oasis en medio de la urbe es muy agradable, se mire por dónde se mire.
Aumento del valor de la edificación.
Otro factor a tener en cuenta es que el valor de la vivienda aumenta significativamente debido a las ventajas que conlleva una instalación de este tipo.
Por tanto, es una gran inversión que siempre merecerá la pena.
Control del drenaje.
Como hemos comentado, las cubiertas son unas de las zonas que más sufren las condiciones climatológicas, entre las que destaca la lluvia.
La humedad es uno de los enemigos a batir de toda construcción, pero gracias a las cubiertas vegetales, la escorrentía estará muy controlada al quedar depositada en la tierra o mantillo de la zona verde.
Esto supone una gran solución a todos los edificios o construcciones que no han realizado una buena planificación del drenaje y que suelen tener problemas con el caudal de agua.
Reduce la contaminación y mejora la calidad del aire.
La vegetación es capaz de capturar el CO₂ atmosférico y transformarlo en oxígeno, lo cual reduce significativamente la contaminación, proporcionando un aire más limpio y de mayor calidad.
El problema de la contaminación en las ciudades es un gran reto y si la mayor parte de las edificaciones apostaran por este sistema, se podría avanzar mucho en este aspecto.
Aislante acústico.
La instalación de mantos verdes también proporciona propiedades aislantes en cuanto a la acústica.
Al contar con un mayor grosor y forraje, el aislamiento acústico de la construcción aumentará, con todo lo bueno que eso conlleva.
Ahorro en el consumo de la electricidad.
Por otra parte, y relacionado con el aislamiento térmico, se conseguirá ahorrar en la factura de la electricidad al no tener que hacer tanto uso de la misma, tanto en invierno como en verano.
Esto sucede porque la estabilidad térmica estará más controlada gracias a la capa vegetal que recubre la cubierta.
Por tanto, conseguiremos casas eficientes en mayor medida y una vivienda más sostenible.
Sistemas para conseguir una cubierta ajardinada.
En la actualidad, existen distintos sistemas para conseguir una cubierta ajardinada.
Cada uno de ellos está enfocado a cubrir distintas necesidades.
En este caso, nosotros te hablaremos de 3 soluciones que son las que trabajamos, y en consecuencia, las que conocemos.
Membranas sintéticas.
Las membranas sintéticas son aquellas creadas a base de FPO, o lo que es lo mismo, poliolefina.
Este material es un polímero estable y muy resistente, perfecto para una impermeabilización eficaz y duradera.
Las membranas sintéticas se presentan en forma de rollo y se instalan como una capa más de todo el proceso.
Este tipo está enfocado a las cubiertas intensivas y existen distintos modelos.
Ahora bien, aparte de utilizar una membrana sintética, se necesita realizar una instalación completa con otros materiales como pueden ser:
- Aislamiento térmico.
- Capa drenante.
- Barrera de vapor.
- Soporte de hormigón.
Membranas líquidas monocomponentes.
Las membranas líquidas monocomponentes son materiales que permiten una impermeabilización continua sin juntas.
Se aplica generando una capa que se endurece a los 10 minutos de su aplicación y aguanta prácticamente todo tipo de condiciones meteorológicas.
Una de las ventajas más destacadas es su amplia elasticidad y este tipo de sistema se enfoca principalmente a las cubiertas extensivas.
Por esa razón, es perfecto para cubiertas inclinadas.
Aparte, necesita de otros materiales para completar una instalación correcta tales como:
- Capa de imprimación.
- Soporte de hormigón.
- Aislante térmico.
- Capa drenante.
- Capa de sellado.
Membranas líquidas bicomponentes.
Las membranas líquidas bicomponentes también están enfocadas a cubiertas extensivas y al igual que las anteriores, poseen unas grandes características resistentes e impermeabilizantes.
Su instalación se basa en la proyección de poliuretano de dos componentes y permite un sistema sin juntas, 100 % sellado y preparado para aguantar todo tipo de microorganismos, raíces, etc.
En este caso este material también debe ir acompañado de otros materiales como:
- Capa de imprimación.
- Aislante térmico.
- Soporte de hormigón.
- Capa drenante.
Desarrollo de sistema para cubierta ajardinada.
Para que todo lo comentado anteriormente se entienda bien, hemos creado un gráfico que grosso modo puede explicarte las distintas capas de instalación que se necesitan para tener una buena cubierta vegetal.
No obstante, cada edificación puede necesitar unos productos distintos, por lo que este gráfico puede variar.
Conclusión.
Como has podido comprobar, las cubiertas ajardinadas son opciones llenas de ventajas que no solo hacen que un edificio tenga un diseño espectacular, sino que cuenta con grandes beneficios sostenibles y funcionales.
A pesar de no ser sistemas muy extendidos en España, nosotros los recomendamos siempre que se dan las circunstancias adecuadas debido a sus grandes virtudes.
Si estás pensando en cubrir tu tejado o azotea con un precioso manto verde, ponte en contacto con nosotros y te ofreceremos los mejores materiales posibles para conseguir un proyecto de 10.
¡Hasta el próximo artículo 😉!